jueves, 12 de enero de 2017



    ESPAÑA CON UNA POLÍTICA INTERNACIONAL DEFINIDA

España elegida para el ECOSOC de Naciones Unidas para 2017


           El Consejo Económico y Social (ECOSOC) es el órgano principal de coordinación de las Naciones Unidas en su área económica y social. Existen diferentes procesos en las áreas mencionadas bajo el monitoreo de organizaciones internacionales. Algunas de las Resoluciones de ECOSOC en el marco de su labor preventiva y vigilante, fueron las identificadas 1235 (pública) y la 1503 (confidencial), desarrolladas en su momento en el contexto de las competencias atribuídas a la Comisión de Derechos Humanos, antes Sub Comisión de Prevención de las Discriminaciones y Protección de las Minorías.

       España, luego de las conversaciones diplomáticas de rigor atinentes a las relaciones internacionales y con 184 votos a favor (el País más votado de su grupo), asume el asiento que durante el último año (son tres de mandato) había ostentado Portugal.

        Este mandamiento de continuidad española en el Consejo Económico y Social, guarda perfecta concordancia con las prioridades de España de cara al 69 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. No es un asunto más de política internacional, sino de responsabilidades concretas para materializar objetivos comunes.

        España dentro de las proyecciones de actuación internacional, ha hecho hincapié en la "Diplomacia Preventiva y en la Indagación de las causas profundas y estructurales de los Conflictos" y de la mediación necesaria, para restablecer o afianzar, de existir la intención, los lazos de armonía necesaria para el sostenimiento de un desarrollo social y económico sustentable.

       Esta labor supervisora y preventiva, se lleva acabo a través de  los relatores especiales dispuestos por Naciones Unidas en cada País y de los grupos de trabajo que al efecto se considere oportuno constituir.

     La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres también han sido contemplados en el Plan Internacional por parte de España, señalando en su propuesta las Resoluciones sobre "Paz Mujer, Paz Seguridad" contenidas en los instrumentos ya señalados como: 1235 (2000); 1820 (2008); y 2106 y 2122 (2013), que también incluyen la participación de los pueblos indígenas.

           Esta reelección otorga a España un reconocimiento a su labor permanente y colaboradora en los debates que se producen en los foros que propugnan por el diálogo global frente a los nuevos retos que platea la gobernabilidad de algunos países firmantes de la Carta de Naciones Unidas y la instauración del desarrollo social y económico sostenible en sus comunidades.

ABOG. CÉSAR ENRIQUE LÓPEZ BACAICOA.

Maestria en Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Justicia Penal Internacional y Derecho Internacional Humanitario.      

        

                      


EL VOLUNTARISMO  POLÍTICO Y EL CONOCIMIENTO DE LA GESTIÓN PÚBLICA

 De un tiempo a esta parte, se habla reiteradamente del “Know How”, vale decir, del “saber hacer” que atañe a cada uno de los participantes en un proceso productivo, bien de índole privado o de gestión pública. Por ello, voluntad sin conocimiento, de nada vale.

      Como en cualquier disciplina, trátese de economía, medicina o política, la voluntad o propósito de los actores sociales puede ser decidida y por demás loable, pero con no poca frecuencia observamos que el “querer hacer” y “el saber hacer” no admite dicotomía alguna si el resultado esperado debe traducirse en hechos concretos, problemas resueltos y prosperidad a futuro.
         
       Vemos entonces, por ejemplo, la importancia de los mecanismos de control que los Estados activan a través de instituciones con autonomía funcional en regímenes democráticos, para vigilar que la ejecución presupuestaria se ciña conforme a la Ley de Presupuesto que prevé el gasto ordinario de la Nación. Se “presume”, que los Ejecutores y custodios del Tesoro patrio, entienden y conocen que al dinero asignado a cada partida presupuestaria, no puede dársele una finalidad distinta, so pena de exponerse a un cargo criminal por malversación de fondos públicos cuando menos.
        
         Este saber hacer supone, salvo mejor criterio, acompañado de una férrea voluntad política de llevar a cabo objetivos y cumplir una meta propuesta, es la clave de una gestión política exitosa. Naturalmente, la labor no la lleva a cabo un sólo hombre, sino un equipo cohesionado de asesores para áreas específicas que poseen las competencias, el conocimiento y la capacidad, de poner sobre la mesa soluciones viables a problemas concretos que conlleven a la paz social y al sostenimiento de la brillantez política del Lider. En pocas palabras, un tren ejecutivo inepto, o sin la preparación necesaria para encarar la difícil gestión pública cuya masa comienza a enardecerse, produciendo únicamente una burocracia por completo hipofuncional, está condenado a la derrota segura en la arena electoral, por más retórica y demagogia que prodigue.
              
       La falta de conocimiento gerencial se traduce siempre en improvisación. El político acorralado, sale como puede del “atasco” que lo confronta y exige, pero al carecer de herramientas cognitivas e instintivas idóneas, abandona luego los proyectos ofertados o no planifica debidamente su prosecución. El resultado es siempre triste y recurrente: economías desgarradas por el derroche y el despilfarro.
              
      En el trajinar político que acaece en algunas sociedades democráticas o abiertamente autoritarias, encontramos escenarios dramáticos donde no sólo se desdeña del conocimiento, sino que se le persigue, y paulatinamente, se le sustituye por la adulación y la lisonja al “Lider” de turno, alimentando egos disminuidos que con pericia llegan a detentar poder político relevante. Entonces, el “iluminado” otorga premios a los adulantes por su leal e incuestionable servicio prestado por la causa, y por eso vemos Ministros incapaces de articular un pensamiento coherente, o situaciones verdaderamente embarazosas que involucran incluso, la intervención de la comunidad internacional.

              
        Estamos seguros que el lector ha establecido ya sus comparaciones y sacado conclusiones palmarias sobre el entorno político en que se desenvuelve. El sendero electoral, es el camino.

ABOG. CÉSAR ENRIQUE LÓPEZ BACAICOA.
Maestria en Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Justicia Penal Internacional y Derecho Internacional Humanitario.

jueves, 5 de enero de 2017

                                                         
CAOS PROGRESISTA?





               Hace algunos días, escuché asombrado mientras informaban de casos de corrupción e imputaciones a ciertos personeros un país latinoamericano, una defensa por demás llamativa, porque en ese caso en particular, amén de las acostumbradas conspiraciones nacionales e internacionales que siempre alegan, se trataba, según los encausados,  de una "campaña orquestada" contra los "gobiernos progresistas". Y entiendo que progreso es bienestar común y desarrollo social sustentable, no corrupción desenmascarada con negocios  y tropelías de todo tipo.

                        Pareciéramos estar en la época histórica en que los primeros reformadores protestantes mezclaron las teorías políticas y filosóficas con las diferencias de credo y de fe religiosa, sin existir a la postre, una ecuación final que explicase la complejidad de dicha relación. De lo que no cabe duda, es que el poder monárquico enfrentado en aquellos tiempos por sus súbditos, lo vemos metafóricamente sustituido por el despliegue de Poder demagógico y populista de algunos líderes actuales, produciendo una obediencia pasiva en el tejido social, quien sabe y conoce de una resistencia consagrada constitucionalmente que le asiste, pero que no encuentra salida a la desesperación y a las destemplanzas que le produce, la ineptitud y los manejos turbios del erario público por parte de sus gobernantes.

                          Martín Lutero, uno de los impulsores de la Reforma, señaló en su momento y sin miramientos, la corrupción de la Iglesia Romana en el siglo XIV y la de los Tribunales Pontificios a través de la venta de indulgencias. Es decir, su ataque se concentró contra los privilegios e inmunidades especiales del Clero. Analógicamente, algunos de los que aseguran servir al pueblo hoy día con fervor, lo hacen a través de la más férrea represión en todos sus matices y no a través del convencimiento democrático que debería salir a flote teniendo en cuenta naturalmente, la opinión del soberano. Para este tipo de "progresistas", siempre es preferible reprimir y aislar "todo agente contaminante proveniente del exterior" y que aluda a libertades, progreso, emancipación o destierro de los farsantes.

                          El proceso histórico sigue la noria del pensamiento humano. Los seres que conformamos un núcleo social, continuamos buscando la democracia perfectible, la mejor manera de gobernar y ser gobernados con el sostén de un ordenamiento jurídico eficaz, efectivo y oportuno. Que vaya mas allá de los dogmatismos en los preámbulos constitucionales, y se aplique con todo rigor conforme lo dispone la parte normativa de la Carta Magna. Un estamento legal producto de un estado de derecho con separación de poderes, capaz de producir el sistema de contrapesos políticos necesarios para obtener una convivencia armónica. Donde prevalezca la justicia y no la impunidad y muchos menos las directrices protagónicas y únicas que emanen de un Poder Omnipotente que mantenga en absoluta sumisión a los demás poderes públicos, de lo cual siempre se obtiene como resultado la complicidad y los negociados tanto dentro como fuera de las fronteras patrias.

                                El caos no puede ser la regla y la normalidad político-social la excepción, porque la fractura de la confianza de los habitantes sometidos a la desolación y el destino de los que se creen favorecidos, termina indefectiblemente en la anarquía para todos. Es el extremo mas temible, porque arrasa con los derechos humanos, con lo fundamental, con lo necesario para desempeñarnos en sociedad.

                                           El caradurismo de tildar como "progresistas" a Gobiernos que no dan cuentas de sus actuaciones y que por el contrario, hacen saltar como resortes miles de informes sobre dinero mal habido del acervo patrimonial de la Nación, regalando u obsequiando a los más desposeídos bienes obtenidos a través del despojo patrimonial a quienes los obtuvieron trabajando por generaciones, es una verdadera aberración, no sólo en lo interno, sino ante la comunidad internacional.



ABOG. CÉSAR ENRIQUE LÓPEZ BACAICOA.
Maestria en Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Justicia Penal Internacional y Derecho Internacional Humanitario.