viernes, 16 de marzo de 2012

ENTRE LOS CUARENTA Y SESENTA AÑOS DE EDAD: VITALIDAD VS EXPERIENCIA?

Desde la discriminación laboral, pasando en ocasiones por el reproche social, las personas comprendidas entre este lapso de edad sufren y padecen el desprecio de muchos semejantes, precisamente, cuando su madurez intelectual y el aprendizaje humano vividos, les dan un valioso tesoro que aportar.

La primera diferencia que espetan los gerentes de Recursos Humanos en las empresas contra gente madura, apunta a la edad y a la actualización de los aspirantes que concursan a un determinado puesto de trabajo.
Por supuesto que comprendemos a los miles y miles de jóvenes desempleados en la actualidad, la mayoría bien preparados y con la vitalidad suficiente para sobrepasar el promedio de esfuerzo exigido, pero si este activo humano fuese complementado con la experiencia de sus homólogos con más de medio camino recorrido, buscando un hilo comunicante que uniera, la experiencia vivida con la Teoría recién aprendida, estamos seguros que los promedios de productividad serían altísimos, al igual que la autoestima de los que participan en la gestión empresarial.
La capacidad diagnóstica, producto de un buen entrenamiento cognoscitivo y de un afinado sentido de intuición, permiten a un ser humano de 50 años por ejemplo, establecer parámetros de comparación entre circunstancias y situaciones análogas, que ningún joven entre 18 y 25 podría advertir y mucho menos superar. Es natural. Aprendemos y nos programamos con base a nuestras experiencias. En ocasiones el modelaje (modelo a seguir) que hemos tomado como base, no ha resultado el más idóneo, pero siempre disponemos de un patrón que puede rediseñarse para resolver puntuales problemas cotidianos. Esta reprogramación, es conocida como Programación Neuro Lingüística o PNL, y no conoce límites de edad.
Piense por un momento, cuando ha tenido que abordar un avión, si no ha sentido un confortante alivio, al ver que los integrantes de la tripulación, particularmente el comandante de la aeronave, tienen el cabello blanco, y por qué? Sencillamente, porque deducimos que esas canas son el sinónimo de horas de vuelo, lo que se traduce en la experticia necesaria para afrontar las situaciones difíciles que pudieran presentarse allá arriba, con nosotros adentro.
Hasta el momento, lo que seguimos observando son cientos de miles de personas aún útiles a la sociedad, con alguna experiencia que aportar, con suficientes conocimientos que transmitir y con una palabra de apoyo que brindar, cuyo único delito es su edad cronológica o escuchar con los ojos fijos en su interlocutor y no en el teclado de su teléfono celular, los problemas o inquietudes que agobian a su semejante, sin hacer pucheros o poner cara de desdén.
La vida transcurre, todo tiene su tiempo y ojalá que fuese mejor aprovechado el cúmulo de conocimientos y experiencia que nuestros hermanos (40-60) tienen y quieren ofrecer, aunado a la sangre nueva llena de vitalidad, sueños y esperanzas (18-25). Estamos seguros de que el binomio arrojaría resultados óptimos en la calidad de vida de todos por igual.


César Enrique López Bacaicoa